v. 19. Ama la transgresión que ama la contienda, porque el carácter pendenciero suele combinarse con la maldad de corazón; y el que ensalza su puerta busca la destrucción, vistiéndose de ricos y construyendo una puerta elevada a su casa, lo que invita a los celos y la enemistad y lo lleva a su propia ruina. El orgullo es la causa más común de disputas ruinosas.

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