v. 2. Un siervo sabio se enseñoreará del hijo que avergüenza, del heredero degenerado y derrochador de la casa, que derrocha su fortuna y se empobrece hasta el punto de la servidumbre forzosa, mientras que el antiguo esclavo, por diligencia y frugalidad, se convertiría en amo, y tendrá parte de la herencia entre los hermanos, es decir, habiendo malgastado su propio patrimonio, el hijo necio, aunque sea el primogénito, se vería obligado a repartir la herencia entre los demás herederos, mientras él mismo no recibe otro centavo.

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