Se sienta en los lugares al acecho de las aldeas, en su campamento nómada, donde fácilmente podría acechar a los viajeros desprevenidos; en los lugares secretos, donde se cree a salvo de la observación, mata al inocente, al que de ninguna manera lo ha provocado, por simple deseo de matar; sus ojos están puestos en secreto contra los pobres, mirando y planeando causar daño al que sufre piadosamente.

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