Porque el Señor juzgará a su pueblo, obteniéndoles justicia frente a la opresión de los enemigos, y se arrepentirá de sus siervos, cambiará su manera de tratar con ellos a una continua bondad, demostrándose a sí mismo como el Dios vivo y misericordioso frente a los vanidad de ídolos inventados por los hombres.

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