Así como el humo es ahuyentado y se desvanece en la nada, así expulsadlos ; Como la cera se derrite ante el fuego, así perezcan los impíos ante la presencia de Dios, utilizando las imágenes más fuertes de la debilidad humana y la insignificante evanescencia para mostrar su impotencia ante el rostro del Señor.

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