1 Reyes 11:41-43

el hijo tonto del rey sabio

1 Reyes 11:41 ; 1 Reyes 12:1

El reinado de Salomón había sido espléndido pero muy opresivo, y era razonable pedir un alivio. La gente sintió que el ascenso del nuevo rey les brindaba una oportunidad y, al parecer , dieron el primer paso en esta trascendental crisis. Se nos dice expresamente que Roboam vino a Siquem . Si esta gran reunión hubiera sido convocada por él mismo o su corte, la gente habría tenido que acudir a él en Jerusalén . Aquí estaba el murmullo de la tormenta creciente.

Había mucha sabiduría en el consejo de los ancianos: “Sírveles… entonces ellos serán tus siervos para siempre”. Este principio subyace en el sacrificio del Calvario. “Digno eres de tomar el libro, porque fuiste inmolado”, Apocalipsis 5:9 . Es porque Jesús se ciñó a sí mismo con humildad y lavó nuestros pecados en Su propia sangre preciosa, que Él ha ascendido al trono, no solo de Dios, sino de nuestros corazones y vidas.

Y nos ha enseñado que todo aquel que quiera llegar a ser grande debe comenzar por ser el servidor de todos. Los orgullosos y elevados de este mundo son servidos con bastante frecuencia con el servicio visual que da obediencia superficial a cambio de salarios y recompensas, Efesios 6:6 , pero ¿qué es esto comparado con lo que se obtiene con gratitud y amor?