Apocalipsis 17:1-18
1 Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas y habló conmigo diciendo: “Ven acá, y te mostraré la condenación de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas.
2 Con ella fornicaron los reyes de la tierra, y los que habitan en la tierra se embriagaron con el vino de su fornicación”.
3 Me llevó en el Espíritu al desierto. Y vi una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia y que tenía siete cabezas y diez cuernos.
4 La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y estaba adornada con oro y piedras preciosas y perlas. En su mano tenía una copa de oro llena de abominaciones y de las impurezas de su inmoralidad.
5 En su frente estaba escrito un nombre, un misterio: “Babilonia la grande, madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra”.
6 Vi a la mujer embriagada con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús. Al verla, quedé asombrado con gran asombro.
7 Y el ángel me dijo: “¿Por qué estás asombrado? Yo te explicaré el misterio de la mujer y de la bestia que la lleva y que tiene siete cabezas y diez cuernos.
8 La bestia que has visto era y no es,y ha de subir del abismo, y va a la perdición. Los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están inscritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se maravillarán cuando vean a la bestia que era y no es y será.
9 Aquí está la mente que tiene sabiduría: Las siete cabezas son siete montes sobre los cuales está sentada la mujer.
10 Y son siete reyes: Cinco han caído, uno es y otro aún no ha venido; y cuando venga, debe quedar solo por un breve tiempo.
11 La bestia que era y no es también es el octavo, y procede de los siete y va a la perdición.
12 Los diez cuernos que has visto son diez reyes que todavía no han recibido reino, pero toman autoridad por una hora como reyes junto con la bestia.
13 Estos tienen un solo propósito, y entregan su poder y autoridad a la bestia.
14 Ellos harán guerra contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con él son llamados y elegidos y fieles”.
15 También me dijo: “Las aguas que has visto donde está sentada la ramera son pueblos y multitudes, naciones y lenguas.
16 Los diez cuernos que has visto, y la bestia, estos aborrecerán a la ramera y la dejarán desolada y desnuda. Comerán sus carnes y la quemarán con fuego;
17 porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar su propósito, y que tengan un solo propósito, y que entreguen su reino a la bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios.
18 La mujer que has visto es la gran ciudad que tiene imperio sobre los reyes de la tierra”.
la gran ciudad mundial derrocada
Esta mujer vestida de escarlata es ese miserable intento que se hace en todas las épocas para falsificar la verdadera Iglesia del Dios viviente. Al hombre no le gusta la religión de la cruz, de la fe, de la abnegación, y cada época ha sido testigo de algún sistema falso del que se eliminan todos estos elementos objetables. Seguramente un sistema de meretrio se ha revelado sucesivamente en Babilonia, Jerusalén, Roma, Londres, Nueva York y otros grandes centros. La moda le sonríe, la riqueza la habita, el poder humano se une a ella, y en todas las épocas se ha embriagado con la sangre de los mártires.
Entre esta miserable parodia de la Iglesia y la Iglesia misma ha habido un conflicto perpetuo. Pero la victoria final siempre ha permanecido con el Cordero, y si tan solo nos ponemos del lado de Él, como los llamados, elegidos y fieles de Apocalipsis 17:14 , también seremos más que vencedores. El prestigio y el poder humanos no servirán en última instancia en el conflicto contra el Salvador que todo lo conquista.
Y finalmente las mismas potencias mundiales se volverán contra la Iglesia apóstata y adúltera, Apocalipsis 17:16 . ¡Sal de ella y sepárate!