las Cortinas y Tablas del Tabernáculo

Éxodo 26:1

El tabernáculo se construyó con tablas verticales, sobre las cuales se echaron cuatro juegos de cortinas. El conjunto más interno, que formaba el techo, era de tapiz, bordado con querubines de varios colores —azul, escarlata y púrpura—, obra astuta de un tejedor de damasco. Sobre éstos había un segundo juego, de pelo de cabra, más largo y ancho, para protegerlos; mientras que el tercer y cuarto juego eran de pieles de carneros y focas, respectivamente, para proteger el conjunto de la intemperie.

En estas cortinas podemos encontrar enseñanzas profundas sobre la naturaleza humana de nuestro Señor; porque se nos dice que la Palabra de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros; y esa frase sugiere naturalmente que Su cuerpo humano era la tienda o tabernáculo en el que habitaba Su espíritu. Ver Juan 1:14 . En lino fino Su santidad; en el azul Su origen celestial; en la púrpura Su majestad; en el escarlata sus sufrimientos.

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