Números 34:1-18
1 El SEÑOR habló a Moisés diciendo:
2 “Manda a los hijos de Israel y diles: ‘Cuando hayan entrado en la tierra de Canaán, la tierra que les ha de tocar como heredad, la tierra de Canaán según sus fronteras,
3 tendrán el lado sur desde el desierto de Zin que está junto a Edom. Su frontera sur será desde el extremo del mar Salado hacia el este.
4 De allí la frontera sur torcerá hacia la cuesta de Acrabim y pasará hasta Zin. Su extremo sur llegará hasta Cades-barnea. De allí seguirá a Hazar-adar y pasará hasta Asmón.
5 La frontera torcerá de Asmón hasta el arroyo de Egipto y terminará en la costa del mar.
6 “‘Su frontera occidental será el mar Grande. Este será su límite occidental.
7 “‘Esta será su frontera norte: Desde el mar Grande la trazarán hasta el monte Hor.
8 Desde el monte Hor la trazarán hasta Lebo-hamat, y la frontera llegará a Zedad.
9 La frontera seguirá hasta Zifrón y terminará en Hazar-enán. Este será su límite por el norte.
10 “ ‘Por el oriente trazarán la frontera desde Hazar-enán hasta Sefam.
11 Luego descenderá la frontera desde Sefam hasta Ribla, al oriente de Ayin, y descenderá y se extenderá sobre el costado oriental del mar Quinéret.
12 Después la frontera descenderá con el Jordán, y su extremo llegará hasta el mar Salado. Esta será su tierra y sus fronteras alrededor’ ”.
13 Entonces Moisés mandó a los hijos de Israel, diciendo: “Esta es la tierra que heredarán por sorteo, la cual el SEÑOR ha mandado dar a las nueve tribus y a la media tribu.
14 Porque ya habían tomado su heredad la tribu de los hijos de Rubén según sus casas paternas, la tribu de los hijos de Gad según sus casas paternas, y la media tribu de Manasés.
15 Las dos tribus y media tomaron su heredad al otro lado del Jordán, frente a Jericó, hacia el oriente, hacia la salida del sol”.
16 El SEÑOR habló a Moisés diciendo:
17 “Estos son los nombres de los hombres que les darán la tierra en posesión: El sacerdote Eleazar y Josué hijo de Nun.
18 Tomarán también un dirigente de cada tribu para dar la tierra en posesión.
las fronteras de la tierra prometida
Aquí se establecen los límites de la Tierra Prometida, que nunca se alcanzaron por completo en los días de la ocupación de Israel, excepto quizás por un breve período en el glorioso reinado de Salomón. El ideal de Dios para su pueblo excedió con creces su realización. ¡Pero no siempre es así! ¿No supera su paz el entendimiento? ¿No es su gozo inefable y lleno de gloria? ¿No pasa el amor de Cristo al conocimiento? Jesucristo es nuestra herencia; poseamos nuestras posesiones. Sigamos para conocer al Señor; y recuerde que hay un espacio asignado para cada uno de nosotros en Cristo, al cual ninguna otra alma tiene derecho.
Es un gran honor ser elegido para dividir los lotes. Año tras año debemos exponer los derechos del creyente en Cristo, para que un descontento divino pueda impulsar a alturas más altas y experiencias más profundas.