Habiendo repetido así la visión y las profecías de los tiempos anteriores, Jeremías se dirigió de nuevo directamente a Sedequías. No cabe duda de que se debe adoptar la lectura marginal de 27: l, y la palabra "Sedequías"

sustituido por "Joacim". Habiendo mostrado en su visión de las cestas de higos lo que estaba decidido contra Judá en el camino del castigo, a través de Babilonia, el profeta ahora anunció la actitud de Jehová en este asunto. Se le encargó hacer bandas y bares. Evidentemente, uno de estos se vistió el profeta, mientras que el resto fue enviado a los mensajeros.

Estos mensajeros representaban una confederación de reyes formada para resistir a Nabucodonosor. El profeta declaró que todos esos intentos serían inútiles. Jehová era absolutamente supremo en el gobierno del mundo y había entregado las tierras en manos de Nabucodonosor. Aquellos que rehusaran someterse a él serían castigados de otras formas, pero aún así por el acto directo de Jehová. Jeremías advirtió a estos mensajeros, por tanto, que no prestaran atención a sus profetas, ni a nadie que les dijera que no debían servir al rey de Babilonia.

El mandato divino se había cumplido y la única forma de escapar del sufrimiento era doblar el cuello al yugo del rey de Babilonia. A los que lo hicieran se les permitiría permanecer en su propia tierra.

Después de este discurso a los mensajeros de todos los reyes, el profeta dirigió su atención especialmente a Sedequías, instándolo a someterse al rey de Babilonia. Nuevamente advirtió seriamente a Sedequías que no escuchara a los falsos profetas que declaraban que la amenaza de invasión y victoria de Nabucodonosor nunca ocurriría. Sugirió esta prueba a los profetas, que intercedieran ante el Señor de los ejércitos para que los vasos de Jehová no fueran a Babilonia.

Fue una sugerencia irónica, como lo demuestra el hecho de que inmediatamente declaró que la palabra de Jehová había salido irrevocablemente de que estas cosas debían llevarse a Babilonia y permanecer allí hasta que Jehová las visitara y las restaurara a su propio lugar.

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