Levítico 11:1-47
1 El SEÑOR habló a Moisés y a Aarón diciendo:
2 “Hablen a los hijos de Israel y díganles que estos son los animales que podrán comer entre todos los cuadrúpedos de la tierra:
3 Podrán comer cualquier animal que tiene pezuñas partidas, hendidas en mitades, y que rumia.
4 Pero de los que rumian o de los que tienen la pezuña partida, no comerán estos: el camello, porque rumia pero no tiene la pezuña partida, será para ustedes inmundo.
5 El conejo, porque rumia pero no tiene la pezuña partida, será para ustedes inmundo.
6 La liebre, porque rumia pero no tiene la pezuña partida, será para ustedes inmunda.
7 El cerdo, porque tiene las pezuñas partidas, hendidas en mitades, pero no rumia, será para ustedes inmundo.
8 No comerán la carne de estos ni tocarán sus cuerpos muertos; serán para ustedes inmundos.
9 “De todos los animales acuáticos podrán comer estos: todos los que tienen aletas y escamas, tanto de las aguas del mar como de los ríos.
10 Pero todos los que no tienen aletas ni escamas, tanto en el mar como en los ríos, así como cualquier otra criatura acuática y cualquier otro ser viviente que hay en el agua, serán para ustedes detestables.
11 Les serán detestables; no comerán su carne y detestarán sus cuerpos muertos.
12 Todos los que en las aguas no tienen aletas ni escamas serán para ustedes detestables.
13 “De las aves, las que detestarán y no comerán por ser detestables son: el águila, el quebrantahuesos, el azor,
14 el falcón y el milano, según sus especies;
15 todo cuervo según sus especies;
16 el avestruz, el corvejón, la gaviota y el halcón, según sus especies;
17 la lechuza, el somormujo, el búho,
18 el calamón, el pelícano, el gallinazo,
19 la cigüeña y la garza, según sus especies; la abubilla y el murciélago.
20 “Todo insecto alado que se desplaza sobre cuatro patas les será detestable.
21 Pero de entre todos los insectos que se desplazan sobre cuatro patas, y que tienen piernas unidas a sus patas para saltar con ellas sobre la tierra, podrán comer
22 los siguientes: Comerán la langosta según sus especies, el langostín según sus especies, el grillo según sus especies y el saltamontes según sus especies.
23 Todo otro insecto alado de cuatro patas les será detestable.
24 Por ellos quedarán impuros; cualquiera que toque sus cuerpos muertos quedará impuro hasta el anochecer.
25 Cualquiera que cargue algo de sus cuerpos muertos lavará su ropa y quedará impuro hasta el anochecer.
26 “Todo animal que tiene pezuñas no partidas, que no las tiene hendidas en mitades, o que no rumia, les será inmundo. Todo el que los toque quedará impuro.
27 De todos los animales que andan sobre cuatro patas les serán inmundos todos los que andan sobre sus garras. Todo el que toque sus cuerpos muertos quedará impuro hasta el anochecer.
28 El que cargue sus cuerpos muertos lavará su ropa y quedará impuro hasta el anochecer. Les serán inmundos.
29 “Entre los animales que se desplazan sobre la tierra, estos les serán inmundos: la comadreja, el ratón y la tortuga, según sus especies;
30 el camaleón, el cocodrilo, el lagarto, la lagartija y el calamón.
31 Estos les serán inmundos de entre todos los animales que se desplazan. Todo el que los toque, estando muertos, quedará impuro hasta el anochecer.
32 Todo aquello sobre lo cual caiga alguno de ellos, estando muerto, quedará inmundo, sea utensilio de madera, prenda de vestir, piel, costal o herramienta de trabajo. Será metido en agua y quedará inmundo hasta el anochecer. Después quedará limpio.
33 Si alguno de ellos cae dentro de cualquier utensilio de barro, quedará inmundo todo lo que esté dentro de él; romperán el utensilio.
34 Toda cosa que se come sobre la cual caiga tal agua quedará inmunda. Toda cosa que se bebe que esté en cualquiera de tales utensilios quedará inmunda.
35 Todo aquello sobre lo cual caiga algo de sus cuerpos muertos quedará inmundo. Si es horno u hornillo, será destruido. Son inmundos, y les serán inmundos.
36 Sin embargo, el manantial y la cisterna donde se acumula agua serán considerados limpios. Pero lo que haya tocado sus cuerpos muertos quedará inmundo.
37 “Si algo de sus cuerpos muertos cae sobre la semilla dispuesta para ser sembrada, esta será considerada limpia.
38 Pero si se ha puesto agua en la semilla y cae algo de sus cuerpos muertos sobre ella, les será inmunda.
39 “Si muere algún animal cuya carne pueden comer, el que toque su cuerpo muerto quedará impuro hasta el anochecer.
40 El que coma de su cuerpo muerto lavará su ropa, y quedará impuro hasta el anochecer. Y el que cargue su cuerpo muerto lavará su ropa, y quedará impuro hasta el anochecer.
41 “Todo reptil que se desplaza sobre la tierra es detestable; no será comido.
42 No comerán ningún animal que se desplaza sobre su pecho ni ninguno que se desplaza sobre cuatro o sobre muchas patas — todo el que se desplaza sobre la tierra — porque son detestables.
43 No hagan detestables sus personas por causa de ningún reptil. No se contaminen con ellos ni se hagan impuros por causa de ellos.
44 Porque yo soy el SEÑOR su Dios, ustedes se santificarán; y serán santos, porque yo soy santo. No se contaminen por causa de ningún reptil que se desplaza sobre la tierra.
45 Porque yo soy el SEÑOR, que los hago subir de la tierra de Egipto para ser su Dios. Serán santos, porque yo soy santo”.
46 Estas son las instrucciones acerca de los animales terrestres, de las aves, de todos los animales acuáticos y de todos los animales que se desplazan sobre la tierra;
47 para diferenciar entre lo inmundo y lo limpio, entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer.
Llegamos ahora a la sección que trata de las leyes de la separación. El primer movimiento registra las leyes relativas a la salud. Es imposible entrar aquí en un tratamiento detallado de las leyes particulares relativas al sustento. Al menos se puede afirmar que estos requisitos se basaron en las más sólidas leyes de salud. Dios, que comprende perfectamente la estructura física del hombre, sabe qué es bueno y qué es dañino.
No cabe duda de que un examen detenido de estas disposiciones demostrará la sabiduría sanitaria de todas ellas. Es al menos notable que los principios generales revelados en estas leyes hayan sido aceptados por todos los pueblos civilizados, aunque, por supuesto, en muchos de sus detalles se ignoran.