Números 30:1-16
1 Moisés habló a los jefes de las tribus de los hijos de Israel diciendo: “Esto es lo que el SEÑOR ha mandado:
2 “ ‘Cuando algún hombre haga al SEÑOR un voto o un juramento asumiendo obligación, no violará su palabra; hará conforme a todo lo que ha salido de su boca.
3 “ ‘Pero cuando una mujer joven que todavía permanece en la casa de su padre haga un voto al SEÑOR y asuma obligación,
4 si su padre se entera de su voto y de la obligación que ella asume, y calla al respecto, todos los votos de ella serán válidos; toda la obligación que ha asumido será firme.
5 Pero si su padre se lo prohíbe el día en que se entera de todos sus votos y de sus obligaciones que ha asumido, no serán válidos. Y el SEÑOR la perdonará, porque su padre se lo prohibió.
6 “‘Si ella está comprometida con un hombre y hace votos o expresa de labios algo asumiendo obligación,
7 si su marido se entera y calla al respecto el día en que se entera de ello, los votos y las obligaciones que ella asumió serán válidos.
8 Pero si el día en que se entera su marido se lo prohíbe, él anulará el voto que ella hizo y la expresión de sus labios con que asumió obligación. Y el SEÑOR la perdonará.
9 “‘Todo voto hecho por una viuda o divorciada, por el cual asuma obligación, será válido para ella.
10 “‘Si una mujer en casa de su marido hace un voto o asume una obligación bajo juramento,
11 si su marido se entera, calla al respecto y no se lo prohíbe, todos sus votos serán válidos, y toda obligación que ella asuma será válida.
12 Pero si su marido los anula el día en que se entera, todo lo que salió de sus labios con respecto a sus votos y a la obligación que ella asumió será nulo, porque su marido los anuló; y el SEÑOR la perdonará.
13 Todo voto y todo juramento que contrae obligación para humillarse puede ser confirmado por su marido o anulado por su marido.
14 Pero si su marido calla por completo al respecto, día tras día, entonces confirma todos los votos y todas las obligaciones que ella asumió. Los confirma al callar al respecto el día en que se entera de ellos.
15 Si los anula algún tiempo después de haberse enterado, entonces él cargará con la culpa de ella’”.
16 Estas son las leyes que el SEÑOR mandó a Moisés acerca de la relación entre un marido y su mujer, o un padre y su hija joven que permanece todavía en la casa de su padre.
En este apartado se abordó el tema de los votos y principalmente el de las mujeres. Se declaró que el voto de un hombre era absolutamente vinculante. No se hizo ninguna provisión para la liberación. En el caso de las mujeres esto no fue así. Si una mujer que habitaba en la casa de su padre hacía un voto, el padre tenía el poder de prohibir.
Si no lo hacía, entonces el voto se convirtió en vinculante. En el caso de una mujer que vive con su marido, el marido tiene el mismo poder. Del mismo modo, si no lo ejercía, el voto se convertía en vinculante. En el caso de una viuda o una divorciada, si su voto se hizo en su viudez o mientras estaba divorciada, era absolutamente vinculante.
Si se hizo mientras vivía con su esposo y él lo prohibió, la liberaron. Si no, ella también estaba obligada.
Estas disposiciones son sumamente llamativas porque revelan la concepción divina de la importancia y la necesidad de la unidad del hogar. No debe haber dos autoridades supremas en ninguna familia y aquí, como siempre, en la economía de Dios, la responsabilidad de la jefatura recae en el esposo y el padre. Se puede ver fácilmente cómo, si esto fuera así, incluso a través de votos religiosos, podría sobrevenir la discordia y una probable ruptura en la vida familiar. Por lo tanto, a medida que la nación se acercaba al asentamiento en la tierra, se salvaguardaba cuidadosamente la integridad de la familia.