Proverbios 3:1-35
1 Hijo mío, no te olvides de mi instrucción
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Como la anterior dirección tenía que ver con la búsqueda de la sabiduría, ésta, en vista del valor de si es un llamado a cultivar la sabiduría. La apelación consiste en una declaración de su esencia (versos 3: 1-10), una descripción de su excelencia (versos 3: 11-20) y una declaración de la seguridad que trae (versos 3: 21- 35).
La esencia de la sabiduría consiste en una determinada devoción por las cosas de la sabiduría. La inspiración de esto se describe a continuación como la vida vivida en relación con Jehová. La confianza perfecta en Él, la dependencia perpetua de Él y la devoción de adoración expresada en la entrega real, son de la esencia misma de la sabiduría y deben expresarse en la devoción ya mencionada. Ninguna riqueza es igual a tal sabiduría, y la misma disciplina de Dios es preciosa ya que conduce a obtenerla.
La excelencia de la sabiduría se prueba por la agradabilidad y la paz que brinda al hombre, y por el hecho de que las obras de Jehová son realizadas por ella. La seguridad del alma que guarda la sabiduría se ve en la ausencia de tropiezos y de miedo, en la actitud de beneficencia hacia los necesitados; en ausencia de envidia del mal; y en bendición permanente en lo secreto, la bendición, la gracia y la gloria de Jehová.