Proverbios 6:1-35
1 Hijo mío, si diste fianza por tu prójimo y estrechaste la mano con un extraño,
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Continúan las exhortaciones de los padres. En esta sección se dirigen contra la fianza, la indolencia, el hombre malo y ciertas cosas específicas que Jehová odia. Las advertencias contra la fianza aquí y en otros lugares deben interpretarse a la luz de las condiciones que se dan cuando fueron pronunciadas. El pecado del perezoso es reprendido por la ilustración de la hormiga, quien, sin la obligación de un juez, gobernante o superintendente, se afana diligentemente para proveerse de carne.
La descripción de la persona inútil es extremadamente gráfica. Sus métodos de comunicación no son sencillos, pero sugieren engaño y astucia. Su influencia es la de crear discordia.
Luego sigue una lista de cosas que Jehová odia. Parece que dan una descripción más detallada de la "persona sin valor" a la que ya se ha hecho referencia. Los "seis" y "siete" de la declaración inicial tienen su explicación en la descripción. Los seis se declaran primero, y el séptimo es el que resulta, a saber, "el que siembra discordia entre hermanos".
A esto le sigue una exhortación de los padres. Comienza con súplicas tiernas y urgentes para atender los consejos de los padres, porque ese consejo es para el bien del hijo a quien se dirige. Se pronuncia una advertencia contra el primer movimiento hacia el pecado, el deseo. "No codicies su hermosura en tu corazón". Luego se exponen las consecuencias del mal en la vida social. El hombre agraviado no recibirá compensación. Su furia exigirá lo máximo.