El segundo mensaje tiene que ver con cosas completamente futuras. El Rey del que se habló en el mensaje anterior, cuyo rechazo se predijo allí, ahora se ve entrando en Su reino. Esto el profeta describió en dos movimientos, que son complementarios.

En la primera, miró a las naciones opuestas, ya que serán tratadas en el juicio, y al Israel de Dios, que será restaurado a través del reconocimiento de su verdadero, aunque rechazado, Rey, y por su propia limpieza espiritual.

En el segundo movimiento, vio los mismos eventos desde el punto de vista del Rey, comenzando con Su rechazo y luego describiendo Su Venida, día, proceso y administración.

Se describen las victorias finales del Rey sobre las naciones y la salvación del pueblo de Dios. Por la fuerza de Jehová que opera a través de Su pueblo, la fuerza de las naciones se ve frustrada y la victoria perfecta está asegurada. Esta victoria sobre las naciones resultará en la restauración del Israel espiritual a la supremacía bajo el gobierno de Aquel a quien habían traspasado.

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