Ezequiel 23:19,20

"Sin embargo, multiplicó sus fornicaciones, recordando los días de su juventud en que se prostituyó en Egipto, y se enamoró de sus amantes, cuya carne es como carne de asnos, y cuyo flujo es como flujo de caballos".

Durante todos los siglos, Israel no había cambiado. Ella se comportó ahora como lo había hecho en Egipto antes de que Dios la liberara. El corazón de Israel nunca se había liberado realmente de la idolatría y del libertinaje y el mal comportamiento que la acompañaba. Ella se deleitaba con todo lo que le ofrecían estas naciones sofisticadas y depravadas y se lo tomaba al corazón, llena de admiración por lo que podían ofrecer, sin reconocer cómo la degradaba.

Los asnos y los caballos eran muy apreciados y eran proverbiales por su fuerte impulso sexual (compárese con Jeremias 2:24 ; Jeremias 5:8 ; Jeremias 13:27 ), y la imagen es de admiración y aprecio.

La referencia a Egipto puede haber tenido en mente los intentos actuales de alianza ( Jeremias 37:5 ), pero es principalmente para enfatizar que el comportamiento de Israel tuvo una parte esencial de ella desde el principio. La concentración, sin embargo, está en Babilonia ( Ezequiel 23:23 ). Babilonia, y toda la maldad y la mundanalidad que representaba, estaba en su corazón.

Era una prenda babilónica que fue una de las posesiones más preciadas que tentó a Acán a pecar ( Josué 7:21 ), y fue Babilonia la que era 'la gloria de los reinos, la hermosura del orgullo de los caldeos' ( Isaías 13:19 ) . Fue en Babel donde se mostró la arrogancia del hombre ( Génesis 11:1 ).

'Babilonia la Grande' era el símbolo de todos los que se oponían a Dios ( Daniel 4:30 ; Apocalipsis 17:5 ).