Comentario de Peter Pett sobre la Biblia
Ezequiel 3:4-7
Y me dijo: “Hijo de hombre, ve, vete a la casa de Israel y háblales con mis palabras. Porque no eres enviado a un pueblo de habla extraña y de lengua dura (literalmente, "profundo de labios y pesado de lengua"), sino a la casa de Israel. No a muchos pueblos de habla extraña y de lengua dura, cuyas palabras no puedes entender. Seguro que si te enviara con ellos te escucharían. Pero la casa de Israel no te escuchará, porque no me escucharán a mí, porque toda la casa de Israel es de frente dura y de corazón rígido. '
Ezequiel debe ir al pueblo de Israel con las palabras de Yahweh y el mensaje revelado en el rollo, pero se le advierte que en general no lo escucharán. Por supuesto, siempre habrá unos pocos que escuchen, pero su mensaje no será popular entre la gente en general.
Aquí hay un fuerte elemento de sarcasmo. Teóricamente, su tarea debería ser fácil. Se dirige a personas que hablan el mismo idioma que él, en lugar de a personas que hablan y piensan de manera diferente, y cuyo idioma es muy difícil de entender (para 'profundo de labios' compare Isaías 33:19 y para 'pesado de lengua' compárese con Éxodo 4:10 ).
Aparentemente, hizo su tarea mucho más sencilla. Pero en la práctica no será así. Es posible que los de otro idioma hayan estado dispuestos a escuchar sus palabras, pero Israel no lo hará, porque sus mentes y corazones están endurecidos. No quieren escuchar a Dios, por lo que ciertamente no escucharán a Ezequiel. Sus mentes ya están decididas. Compárese con Isaías 6:9 ; Jeremias 1:17 .
El punto aquí es la obstinación y la terquedad de Israel. Incluso con palabras de tropiezo, otros podrían estar dispuestos a escuchar. Pero Israel está tan concentrado en su mente y sus caminos que ninguna palabra, por clara que sea, será suficiente para moverlos o cambiar sus ideas, como ya lo han demostrado con su respuesta a Jeremías y los otros profetas, y sus reacciones frente a desastres. Simplemente no reconocerán su propia locura y culpa. Es un énfasis en la total terquedad de Israel.
Esta repetición de las ideas del capítulo 2 demuestra lo difícil que será su tarea. Dios quiere que Él esté prevenido y armado de antemano. Destaca la dureza del corazón de los hombres cuando se enfrentan a una verdad desagradable.