"Sin embargo, si adviertes al impío de su camino, que se aparte de él, y él no se aparta de su camino, morirá en su iniquidad, pero tú habrás librado tu vida".

Pero muchas personas a las que se advierte no escucharán. Se negarán a cambiar sus costumbres. Por tanto, morirán en su pecado. Pero el centinela se habrá asegurado de que es inocente porque les ha advertido. Entonces no se puede culpar a su puerta.

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