'Intentaron de nuevo apresarlo y se les escapó de la mano'.

Hicieron esto porque algunos de ellos se fueron y se encargaron de que la policía del Templo hiciera el arresto, pero una vez más, Él se les escapó. Mientras las multitudes estuvieran con Él, tendrían dificultades para finalizar cualquier arresto sin disturbios. Por eso más tarde reconocerían que solo podían hacerlo en un lugar solitario a altas horas de la noche, en Getsemaní.

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