Juan 9:1,2

Y al pasar, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron diciendo: “Rabí, ¿quién pecó, este hombre o sus padres, para que haya nacido ciego?”.

Mientras Jesús seguía su camino, él y sus discípulos vieron a un hombre que había sido ciego de nacimiento. El hecho de que los discípulos supieran esto sugiere que el hombre era bien conocido y una especie de hito. Era algo que "todo el mundo" sabía. El hecho era de conocimiento general.

Pero esta vez, cuando lo vieron, suscitó una pregunta en la mente de los discípulos. Habían sido educados para creer que la desgracia era el resultado del pecado, y que los dos estaban directamente vinculados (esto ciertamente fue central en el pensamiento rabínico posterior), por lo que le preguntaron a Jesús: '¿Quién pecó, este hombre o sus padres, que él nació ciego? Su punto aquí era que el hombre  nació  ciego, por lo que era una cuestión de si podía ser visto como culpable al nacer, habiendo pecado en el útero, o si su desgracia debía verse como debida a los pecados de otros. Fue una cuestión teológica.

Los rabinos enseñaron que un bebé en el útero podía ser culpable del comportamiento de su madre mientras lo llevaba. Así, cuando una mujer embarazada se dedicaba a la idolatría, también se consideraba que su hijo participaba en la idolatría. Ciertamente, la Biblia vincula el comportamiento con producir juicio y que esto a veces sigue a un pecado en particular (ver, por ejemplo, Éxodo 20:5 ; Éxodo 34:7 ; Ezequiel 18:4 ), pero en ninguna parte declara que el pecado individual siempre puede estar directamente relacionado con desgracia individual.

De hecho, el libro de Job enfatiza lo contrario. En ese libro era el buen hombre el que sufría la desgracia, y eran sus consoladores los que habían demostrado dar consejos falsos, los que afirmaban que sufría a causa de sus pecados.

Es significativo que cuando los discípulos vieron al hombre, no parece que se les haya pasado por la cabeza la idea de que podría ser sanado. En lo que a ellos respectaba, el hombre era una institución. En su opinión, él siempre estaría allí así. Quizás pensaron que como se trataba de cómo nació, no se podía hacer nada al respecto. Así que la única pregunta que les vino a la mente fue teológica.