"Y al instante recobró la vista y lo siguió, glorificando a Dios, y todo el pueblo, al verlo, dio alabanza a Dios".

Y el resultado final fue que recibió la vista y siguió a Jesús. Sus ojos espirituales también se abrieron. Y glorificó a Dios. Y no estaba solo, porque la multitud, al ver lo que había sucedido, también alabó a Dios.

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