'Y al pasar, vio a Leví, el hijo de Alfeo, sentado en el lugar donde se cobran los peajes, y le dice: "Sígueme". Y se levantó, y lo siguió.'

Esta es una oración simple y, sin embargo, contiene una multitud de significados. Levi era un hombre que servía al odiado gobernante Herodes Antipas como funcionario local cobrando peajes en su nombre de quienes pasaban por esa ruta, posiblemente la ruta comercial de Damasco, o tal vez cubriendo las importaciones por mar. Porque Capernaum era básicamente una ciudad fronteriza entre el territorio de Herodes y el de Felipe y cerca de la orilla del mar.

Esa gente fue despreciada. Se les consideraba traidores al pueblo, porque eran deshonestos y se llenaban los bolsillos con "impuestos" extra a expensas de todos. Y con su contacto constante con los gentiles y los pecadores, se los consideraba continuamente inmundos según el ritual. En general, se los veía como personas bastante desagradables y ciertamente irreligiosas.

Por eso, cuando Jesús se acercó a Leví y lo llamó a seguirlo como discípulo, debieron levantar los ojos. De hecho, deben haberse preguntado qué pensaba Jesús que estaba haciendo. Pero Jesús conocía claramente al hombre de una forma u otra, y estaba igualmente impresionado con él. Para él, lo que había sido el hombre carecía de importancia. Lo que importaba era en qué estaba dispuesto a convertirse. El joven rico era un hombre admirado por sus contemporáneos, pero no estaba dispuesto a hacer lo que hizo Leví, dejar sus riquezas y seguir a Jesús. Y Jesús conocía a su hombre.

Entonces se nos dice simplemente que Leví se levantó y lo siguió. Ante la elección entre el servicio de Herodes Antipas y la creciente riqueza, y el servicio de Jesús y la pobreza, no vaciló. Siguió la autoridad del Rey mayor, el Siervo de Dios. Aquí estaba la prueba viviente de la presencia del poderoso reino de Dios presente en Jesús. Esa es la implicación de Mark. Y su acción fue total. A diferencia de los demás, no había forma de que pudiera volver a su trabajo, y lo sabía desde el principio.

De un solo movimiento lo arriesgó todo. De Mateo 9:9 sabemos que también fue llamado Mateo, posiblemente un nombre que recibió al seguir a Jesús, pues en Marco 3:18 mismo Marcos lo llama Mateo. Y usó sus habilidades y se convirtió en el gran escritor que registró gran parte de la enseñanza de Jesús.

No debemos pensar que era la primera vez que se conocían. Levi probablemente había estado en la multitud siguiendo a Jesús y bien pudo haber hablado con él y discutido sus problemas y su búsqueda de la verdad. Así Jesús había reconocido en él a uno que era apto para ser apóstol.

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