Marco 5:14-17

Y los que les daban de comer huyeron y lo contaron en la ciudad y en el campo, y vinieron a ver qué había sucedido. Y vienen a Jesús y ven al endemoniado sentado, vestido y en su sano juicio, el que tenía la legión, y tuvieron miedo. Y los que lo vieron les contaron cómo le sucedió al endemoniado y acerca de los cerdos. Y empezaron a suplicarle que se fuera de sus fronteras.

Podemos comparar esto con Juan 4 cuando los samaritanos estaban en una posición similar. Alguien llegó contándoles cosas extrañas sobre este hombre. Pero qué contraste en la respuesta. Ellos también salieron a ver por sí mismos. Pero los samaritanos lo habían recibido con los brazos abiertos. Le habían suplicado que se quedara.

Pero cuando estos oyeron la extraña historia, y vinieron a descubrir lo que había sucedido, vieron al infame loco, de quien probablemente estaban asombrados, sentado allí completamente bien y en su sano juicio y tenían miedo. ¿Quién era este profeta judío que podía hacer tales cosas? Posiblemente ellos realmente creyeron lo que los Doctores de la Ley habían fingido creer, que Él debía estar poseído satánicamente (porque no tenían Escrituras que les mostraran lo contrario). Porque claramente tenía extraños poderes sobrenaturales, y bien podría usarlos para dañarlos. Sabían que los judíos no amaban a los gentiles, especialmente a los maestros religiosos judíos.

Luego se enteraron de lo que había sucedido y cómo habían sido destruidos los cerdos. Seguramente, esto era una prueba de que no quería nada bueno para ellos. Entonces le suplicaron que los dejara solos y se fuera. No querían exorcistas judíos aquí, especialmente aquellos que usaban sus dones para destruir su sustento. Era una mezcla de sospecha y miedo, teñida de ira y disgusto por lo que habían perdido.

Los comentaristas podemos fácilmente cancelar la pérdida porque no era nuestra. Pero para el hombre o la comunidad que perdió los cerdos fue una pérdida grave y costosa. En teoría, se podría decir que un hombre vale unos pocos miles de cerdos (aunque en aquellos días eso podría haber sido cuestionable), pero la práctica era un asunto diferente. Sin embargo, no se atrevieron a hacer nada porque no estaban seguros de qué más podía hacer Jesús.

Por eso, al final, querían que se fuera. No podían arriesgarse a las consecuencias de que Él se quedara. Pero tampoco se atreven a usar la violencia contra Él. Por eso, en cambio, le suplicaron. Y así, por el bien de una manada de cerdos, perdieron la oportunidad de la palabra de vida.

La gran cantidad de cerdos sugiere que su dueño era muy rico o que el rebaño era un conjunto con varios propietarios diferentes. Incluso puede haber sido uno que se mantuvo para abastecer a los soldados romanos en el área. Podemos suponer que Jesús sabía que su pérdida no devastaría vidas.

'Vestido y en su sano juicio.' Esto puede significar 'vestido decentemente' en lugar de harapos sucios, o incluso puede significar que había andado casi desnudo (compare Lucas 8:27 y vea arriba).