1 Masquil de David. Su oración cuando estaba en la cueva. Con mi voz clamo al SEÑOR; con mi voz pido al SEÑOR misericordia.
2Delante de él derramo mi lamento; delante de él expreso mi angustia.
3Cuando mi espíritu está desmayado dentro de mí tú conoces mi senda. En el camino en que he de andar han escondido una trampa para mí.
4Miro a la derecha y observo, y no hay quien me reconozca. No tengo refugio; no hay quien se preocupe por mi vida.
5A ti clamo, oh SEÑOR. Digo: “Tú eres mi refugio y mi porción en la tierra de los vivientes”.
6Escucha mi clamor porque estoy muy afligido; líbrame de los que me persiguen porque son más fuertes que yo.
7Saca mi alma de la prisión para que alabe tu nombre. Los justos me rodearán porque me colmarás de bien.
CXLII. El salmista ora pidiendo ayuda a Dios, que conoce su angustia. Sus enemigos son más fuertes que él, y no hay nadie que lo ayude, excepto Dios. Los justos recibirán su liberación de las trampas que lo rodean como un triunfo propio. En Salmo 142:4 sigue mg. En Salmo 142:7 la prisión no necesita tomarse en un sentido literal.
Porque rodearme, rendirá triunfo a causa de mí. La adscripción del Ps. en el título de David en la cueva o más bien fortaleza de Adullam no tiene apoyo en el Sal. sí mismo. No hay forma de fijar la fecha ni siquiera aproximadamente.