1 ¡Aleluya! ¡Alaben a Dios en su santuario! ¡Alábenle en su poderoso firmamento!
2¡Alábenle por sus proezas! ¡Alábenle por su inmensa grandeza!
3¡Alábenle con toque de corneta! ¡Alábenle con lira y arpa!
4¡Alábenle con panderos y danza! ¡Alábenle con instrumentos de cuerda y flauta!
5¡Alábenle con címbalos resonantes! ¡Alábenle con címbalos de júbilo!
6¡Todo lo que respira alabe al SEÑOR! ¡Aleluya!
CL. Cada libro termina con una doxología. Aquí tenemos una doxología mucho más larga, que cierra el Libro V y también todo el Salterio. La alabanza de Dios comienza desde Su santuario, es decir , probablemente desde Su santuario en el cielo, no desde el Templo de Sion.