Comentario Homilético del Predicador
Lamentaciones 2 - Introducción
EL CASTIGO DEL PECADO NACIONAL
En esta segunda elegía el poeta tiene su atención fija en algo que va más allá de lo caldeo y judío. Él ve, lo que los ojos del mundo no ven, que la mano del Gobernador invisible de todas las naciones está dirigiendo tanto al opresor como al oprimido, y está trabajando para mostrar que no hubo fuerza ni victoria, ni desastre ni vergüenza. sucesos sin rumbo. Debe ser considerado como el agente real en la producción de los diversos eventos a los que se hace referencia. Sus justos juicios no se aplazan a un estado futuro: se emiten en esta vida contra toda injusticia de los hombres, y solo de Él se puede obtener alivio e instrucción.
Así que a lo largo de la canción se escucha el estribillo de que el Señor Jehová es supremo sobre todas las fuerzas del mundo, y sobre todo lo que esas fuerzas parecen lograr. Frente al gran poder babilónico, jactancioso de sus victorias y grandeza material, considerándose en libertad de acosar, esclavizar, matar por sus propios intereses egoístas; ante su ciudad en ruinas y su Templo profanado, de niños hambrientos y jefes asesinados, el escritor sostiene el hecho de que estos no son potentados independientes que fijan sus propios términos; que no son sino mensajeros del Señor, que hace según su voluntad, en el ejército del cielo y entre los habitantes de la tierra, y que está preparando caminos para el triunfo de su misericordia gratuita y santidad inmaculada.
"Este hebreo se salvó de la terrible conclusión de que la fuerza egoísta y cruel, que en su día arrasó con todo, era el poder más alto en la vida, simplemente por creer que la justicia es aún más exaltada". ( Smith ). Cada nervio puede cosquillear por el dolor, todo lo querido puede ser cortado, cada paso hacia adelante puede parecer agregar otra miseria, pero la voluntad justa y amorosa de Dios hará que todas las cosas trabajen juntas para las eventualidades "divinas lejanas" hacia "las cuales el todo la creación ”es impulsada.
Dos divisiones principales delimitan el poema. La primera, Lamentaciones 2:1 , describe los efectos palpables del sometimiento sobre cosas y personas. Al atribuirlos al Señor, pasa, en la segunda sección, a expresiones de duelo sobre las desolaciones obvias, insistiendo, como suele hacer el dolor, en la misma nota, y concluye con un llamado a la oración al Señor, y la forma que esa oración tomaría en una situación tan desesperada.