1 Tesalonicenses 4:18

Identidad personal en la resurrección.

I. El contexto establece la identidad del santo después de la resurrección y antes de ella. De ahora en adelante seremos las mismas personas que estamos aquí. Es algo muy cierto y simple de decir, y sin embargo, si lo pensamos, incluye una verdad que arroja una luz maravillosa sobre el estado futuro del santo y responde a muchas de las preguntas que una curiosidad devota plantea naturalmente sobre el futuro. La identidad del santo aquí y en el más allá, como una sola y misma persona, está involucrada en la frase de que seremos resucitados.

Nosotros, no otros seres en nuestro nombre y lugar, sino nosotros, en nuestra identidad personal actual, resucitaremos de nuevo en el último día. (1) Nuestros cuerpos serán los mismos. No digo materialmente lo mismo, y que los átomos muy idénticos que componen nuestra estructura de carne ahora compondrán nuestra estructura entonces. Porque se nos dice que estos siempre están cambiando y nunca son exactamente las mismas dos horas juntas. (2) Nuestro yo mental y moral será el mismo. Cualquier cosa que forme parte de nuestro ser sobrevivirá en un estado superior. Seguiremos siendo nosotros mismos. Estaremos siempre con el Señor.

II. De aquí se desprende, creo, sin lugar a dudas, la verdad del reconocimiento mutuo y de la sociedad en un mundo mejor. La sociabilidad es de Dios y será, creo, un nuevo canal a través del cual lo disfrutaremos. Es nuestra pecaminosidad, y solo nuestra pecaminosidad, lo que siempre pone nuestro amor por los demás y nuestro amor por Dios en oposición. Serán armonizados en el cielo, cuando tanto el cuerpo como el alma serán penetrados, penetrados por Dios, y cada sentimiento, cada afecto, cada pensamiento, será una nueva revelación de Su gloria.

El Apóstol no dice, estaré siempre con el Señor, o con ustedes, individualmente o individualmente, sino nosotros. Escribe a los conversos, por quienes expresa el más tierno afecto, y a quienes dice: "Vosotros sois nuestra gloria y alegría"; ¿Es posible que la idea de su sociedad haya estado ausente de su mente cuando escribió las palabras " estaremos para siempre con el Señor"?

E. Garbett, Experiencias de la vida interior, pág. 288.

Referencias: 1 Tesalonicenses 4:18 . G. Prothero, Púlpito de la Iglesia de Inglaterra, vol. i., pág. 249. 1 Tesalonicenses 5:1 . FW Farrar, Ibíd., Vol. xiv., pág. 85.

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