2 Corintios 7:1

Considerar:

I. La parte de la exhortación que requiere la destrucción del mal: "Limpiémonos de toda inmundicia de carne y de espíritu". Por inmundicia se entiende la contaminación moral de cualquier tipo. No denota exclusiva o especialmente ningún pecado en particular, sino pecado como tal, todo lo que hace que el carácter sea repugnante a los ojos de Dios. (2) Las palabras "carne y espíritu" las entendemos como que denotan el asiento del pecado.

La inmundicia de la carne la consideramos pecado en su manifestación externa; inmundicia del espíritu, pecado en sus emociones internas. (3) La limpieza requerida se extiende a ambos. (4) El alcance de la limpieza requerida se muestra mediante el uso de la palabra todos. Aquel que quiera probar las alegrías del cristianismo y cosechar sus recompensas no debe tener pecados favoritos. Debe limpiarse de toda inmundicia de carne y espíritu. (5) La exhortación del texto nos muestra que, si bien Dios es el santificador de su pueblo, hay un sentido importante en el que debemos santificarnos.

II. Esa parte de la exhortación que ordena el cultivo de la perfecta santidad. Confiar en Cristo para la santificación no menos que para el perdón es nuestro primer deber; porque hasta que no confiemos en Él y estemos unidos a Él por una fe viva, ningún esfuerzo que hagamos para santificarnos será de utilidad. El peligro contra el que debemos estar en guardia es que, en lugar de descansar en Cristo para la santificación, debemos persuadirnos de que somos santificados, cuando es demasiado manifiesto que estamos descansando, no en Cristo, sino en nuestro propias fantasías acerca de que Cristo descansa no para la santificación sino sin ella, y por lo tanto pone en peligro nuestras propias almas.

W. Landels, Christian World Pulpit, vol. vii., pág. 328.

Referencias: 2 Corintios 7:1 . RW Dale, Christian World Pulpit, vol. xxxv., pág. 81; FW Robertson, Lectures on Corinthians, pág. 360. 2 Corintios 7:2 . Ibíd., Pág. 365. 2 Corintios 7:4 .

Homiletic Quarterly, vol. i., pág. 265. 2 Corintios 7:6 . S. Martin, Westminster Chapel Sermons, vol. iii., pág. 213; Spurgeon, Mañana a mañana, pág. 51. 2 Corintios 7:9 ; 2 Corintios 7:10 . FW Robertson, Lectures on Corinthians, pág. 372; Ibíd., Sermones, tercera serie, pág. 104.

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