2 Crónicas 36:23

I. Los israelitas debían construir un templo material.

II. Aunque mejor busquemos a Dios en Su casa, podemos encontrarlo en todas partes.

III. El templo más verdadero de Dios es el corazón recto y puro.

IV. Al esforzarnos por santificar en nuestros propios cuerpos mortales un templo para la habitación de Dios, nos uniremos para construir otro templo más, la Iglesia o sociedad de los hijos de Dios.

V. La verdad es la condición en la que Dios se dignará habitar en la casa que construimos.

FW Farrar, En los días de tu juventud, pág. 209.

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