Colosenses 1:4
Cristo, la esperanza unificadora de su pueblo.
I. La Epístola a los Colosenses está notablemente llena de este
hecho delicioso, el amor familiar mundial por el Evangelio. En esta
epístola, Pablo se regocija de que el Evangelio haya comenzado a
llegar a todo el mundo, de que su bendi... [ Seguir leyendo ]
Colosenses 1:9
Consideración moral.
I. El estado de locura espiritual es, supongo, uno de los males más
universales del mundo. Porque el número de los que son necios por
naturaleza es sumamente grande: de aquellos, quiero decir, que no
entienden bien las cosas mundanas; de los descuidados de todo,... [ Seguir leyendo ]
Colosenses 1:12
Es la gloria especial del Evangelio, el fundamento o la perfección de
todo lo demás, que primero, verdadera y claramente, en un lenguaje
más allá de las incertidumbres de las conjeturas, los refinamientos
de la alegoría, o incluso el brillante colorido de la esperanza,
amplió las pe... [ Seguir leyendo ]
Colosenses 1:18
I.Vivir como nosotros, en el lejano curso del tiempo, cuando hace
mucho tiempo que el nombre de Cristo se ha asociado a todo lo que es
lo más clásico en la literatura, lo más refinado en el arte, lo
más exquisito en la poesía, lo más generoso en caballerosidad y la
civilización más... [ Seguir leyendo ]
Colosenses 1:19
La plenitud comunicable de Cristo.
I. Piense primero en la plenitud de Cristo a la que se hace referencia
en el texto. Hay en Cristo (1) toda plenitud de vida, (2) toda
plenitud de misericordia que perdona, (3) toda plenitud de paz y
consuelo, (4) toda plenitud de fuerza espiritual... [ Seguir leyendo ]
Colosenses 1:27
Cristo, la Edad y la Iglesia.
I. El carácter de nuestra época. Es una época distintiva. Se diga
lo que se diga de él en el futuro, esto al menos no se afirmará que
fue una época de escasa y sin marcada peculiaridad. De hecho, puede
que no sea útil para la distinción individual. No... [ Seguir leyendo ]
Colosenses 1:28
Al mirar este versículo, tres puntos parecen emerger claramente de
él: el tema, la manera, el objeto de nuestra predicación.
I. Tenemos, dice San Pablo, que predicar a Cristo. Ahora bien,
predicar a Cristo no es mencionarlo, con mayor o menor frecuencia, en
sus sermones y discursos... [ Seguir leyendo ]