Comentario bíblico del sermón
Ezequiel 10:8
I. Vea lo que es una creación de obra Divina. Aquí, en esta mano humana bajo el ala del ángel, vemos el procedimiento de la obra Divina. Todas las cosas más hermosas de Dios están relacionadas con el uso. La belleza y el uso son los dos ministros ungidos de Dios para el mundo. En el evangelio del utilitarismo, existe la mano sin el ala; en el evangelio del misticismo no hay mano de hombre bajo las alas.
II. Vea lo que es la providencia divina. El hombre es el único múltiple. (1) En la multiplicidad de operaciones divinas vemos la mano humana debajo del ala del ángel. Desde su exaltado ocultamiento, Dios está constantemente energizado por la mano humana. Esto ha sido así en todas las épocas. (2) ¿Y no es nuestra redención una mano, la mano humana debajo del ala divina una mano extendida, la "semejanza de la mano de un hombre debajo de los querubines"? ¿Qué es la humanidad de Jesús, sino la mano humana bajo el ala Divina? (3) Este pensamiento reprende las muchas nociones modernas falsas de Dios. Vea en este cuadro de Dios de Su providencia, y nunca sea nuestro el divorciar ese humano de lo Divino en el ser de Dios.
III. Vea en la mano humana bajo el ala del ángel, la relación de una vida de acción con una vida de contemplación. En nuestros vuelos más exaltados necesitamos la mano humana. Y de la mano entienden las obras, las administran incluso mediante la administración corporal; pero las manos debajo de las alas muestran cómo superan los hechos de su acción por la excelencia de su contemplación.
IV. En una palabra, vea qué es la religión. Es la mano humana debajo del ala del ángel. ¿Tu religión tiene algo que ver? Es práctico, humano, comprensivo. ¿Tiene un ala? Es elevado, desinteresado, inclusivo, Divino. ¿Tiene una mano? ¿Cómo se prueba a sí mismo? Abrazando esta mano, asiendo, por obras. ¿Tiene un ala? ¿Cómo se prueba a sí mismo? Por la oración, por la fe, por el cielo.
E. Paxton Hood, Preacher's Lantern, vol. i., pág. 321.
Referencia: Ezequiel 10:8 . Revista homilética; vol. x., pág. 203.