Comentario bíblico del sermón
Génesis 49:18
Estas palabras son un paréntesis en la larga bendición de Jacob a sus hijos. El anciano parecía haberse agotado con los pensamientos y visiones que pasaban por su mente en tan rápida sucesión. Hizo una pausa para tomar una inspiración espiritual: "He esperado tu salvación, oh Señor".
I. Tales capítulos de la vida, tales temporadas de suspenso, tales ejercicios de las tranquilas confidencias del alma, se encuentran en la experiencia de todo cristiano. Pueden venir de diferentes maneras a diferentes hombres, pero de una forma u otra son una necesidad para cada hombre, una parte esencial de la disciplina de la escuela de salvación.
II. Estos intervalos de espera deben completarse con cuatro cosas: oración, alabanza, compañerismo y trabajo.
III. Mientras espera, será un pensamiento útil para usted que si espera, Cristo espera. Cualquiera que sea tu anhelo de que el tiempo se acabe, Su anhelo es mayor. Hay muchas cosas que has tenido que se han convertido en una maldición, que habrían sido bendiciones si solo hubiera habido más "espera".
J. Vaughan, Cincuenta sermones, novena serie, pág. 101.
I. De estas pocas palabras podemos aprender cuál era la naturaleza de esa herencia que los patriarcas consideraban legada por las promesas divinas. Los patriarcas buscaron la salvación.
II. Aprendemos del texto cuál había sido la gran característica de la vida de Jacob desde el momento en que fue puesto por primera vez bajo el poder de la gracia divina. Su afecto se había puesto en las cosas de arriba. Su principal interés había residido en la eternidad.
III. El lenguaje de Jacob en el texto prueba más plenamente la verdad declarada en otra parte, que "el justo tiene esperanza en su muerte".
Preguntas prácticas: (1) ¿Sabes lo que significa la salvación del Señor? (2) ¿Sabes lo que significa esperar la salvación , es decir, esperarla con ardor pero con paciencia? (3) ¿Sabes lo que significa prepararse mientras esperas la salvación del Señor?
AD Davidson, Lectures and Sermons, pág. 147.
Referencias: Génesis 49:18 . J. Van Oosterzee, El año de la salvación, vol. i., pág. 8; RS Candlish, El libro del Génesis, vol. ii., pág. 285.