Isaías 47:11-15
11 Vendrá sobre ti un mal que no podrás impedir con conjuros. Caerá sobre ti una ruina que no podrás evitar con rescate. De repente vendrá sobre ti una devastación que no te imaginas.
12 “Persiste, pues, en tus encantamientos y en tus muchas hechicerías, con las cuales te has desvelado desde tu juventud. Quizás puedas sacar algún provecho; quizás puedas ocasionar terror.
13 Te has agotado con tus muchos planes. Pues que se pongan de pie y te libren tus astrólogos, los que contemplan las estrellas y anuncian el comienzo de los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti.
14 He aquí que serán como paja; el fuego los quemará. No librarán sus propias vidas del poder de la llama de fuego. No quedará brasa para calentarse, ni lumbre ante la cual se sienten.
15 Así serán aquellos con quienes tanto te has afanado, quienes han negociado contigo desde tu juventud. Cada uno divagará por su lado; no habrá quien te salve”.
I. Mire esta imagen de total y doloroso desconcierto. Es el resultado necesario e inevitable del pecado.
II. Escuche el desafío divino dirigido a los falsos poderes en los que hemos confiado.
III. Vea la ruina de las falsas seguridades. (1) No podemos escapar a la prueba de nuestras garantías. (2) Si nos oponemos a Dios, desafiamos todas las fuerzas de Su creación.
Parker, City Temple, vol. i., pág. 114; ver también Notas del púlpito, p. 214.
Referencias: Isaías 47:14 . Spurgeon, Sermons, vol. viii., No. 444. Isaías 48:8 . Ibíd., Vol. xiii., nº 779; Ibíd., Evening by Evening, pág. 353. Isaías 48:9 .
Ibíd., Sermones, vol. xviii., No. 1041. Isaías 48:10 . Ibíd., Vol. i., núm. 35, vol. xxiv., nº 1430; Ibíd., Morning by Morning, pág. 63; Linterna del predicador, vol. i., pág. 501. Isaías 48:10 . G. Calthrop, Christian World Pulpit, vol. xxvii., pág. 33; J. Keble, Sermones para los días de los santos, pág. 199.