Isaías 55:12

Para el judío de la época de Isaías, esta promesa sin duda hacía referencia a tres cosas: el regreso de los setenta años de cautiverio; su restauración final, primero a su propia tierra, y luego a Cristo; y la forma en que Dios trata con la propia alma de cada individuo. Para nosotros se encuentra sólo en la última referencia; para nosotros las palabras son simplemente espirituales.

I. La "salida" parece relacionarse con ese gran éxodo moral cuando un hombre emerge de un estado de naturaleza a un estado de gracia, de la esclavitud a la libertad, de las tinieblas a la luz, del mundo a Cristo. De hecho, esto es para estar con alegría. El ser conducido denota las experiencias posteriores del cristiano, la conducta de Dios sobre él, por cierto; su rumbo futuro, y especialmente la manera en que finalmente sale de esta vida a una mejor; y todo esto es para ser "con paz".

II. ¿Qué es la alegría? (1) Novedad de percepción. Es un sentimiento maravillosamente nuevo cuando un alma prueba por primera vez las promesas y capta su propio interés en Cristo. (2) Agudeza de percepción. Agudo es el primer sentido de pecado para un penitente, y agudo es el primer sentido de perdón para un creyente. En ese amanecer, la atmósfera del alma es tan clara que cada objeto se destaca en su distinción. (3) Dulzura de percepción. Más dulces son esas percepciones que agudas. ¿No son los toques del Espíritu Santo? Se tratan de cosas hermosas, santos y ángeles, un cielo santo y un Jesús perfecto.

III. "Y salid con paz". A medida que avanzamos en la vida espiritual, el sentido del pecado se hace cada vez más profundo; y un profundo sentido de debilidad, nada y culpa, combinado con un sentido más pleno de perdón y amor, hace que el gozo sea paz. Para una mente guiada y enseñada por Dios, todos los cambios y oportunidades de la vida se prestan a la paz. Una gran aflicción es fuente profunda de paz; la misma agitación se silencia, y hace que todos los problemas posteriores sean tan pequeños.

Otra y otra promesa cumplida cada día es siempre ensanchar la roca debajo de nuestros pies. Otra y otra respuesta a la oración es siempre fortalecer los argumentos para el futuro. Otra y otra gota nueva del conocimiento de Cristo es siempre hacer crecer la marea, hasta que la "paz fluya como un río", porque vemos la "justicia de Cristo" como las olas del mar.

J. Vaughan, Cincuenta sermones, cuarta serie, pág. 281.

Referencias: Isaías 55:13 . Spurgeon, Sermons, vol. xiv., nº 833; Revista homilética, vol. xii., pág. 20.

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