Comentario bíblico del sermón
Números 20:27,28
I. El primer y más superficial aspecto de la muerte es que es el cierre de una carrera terrenal. No cabía duda de la importancia de la carrera de Aaron. (1) En la gran obra de sacar a los hijos de Israel de Egipto a los confines de la Tierra Prometida, Aarón es solo el segundo después de Moisés. (2) Aarón fue el primer sumo sacerdote del pueblo elegido. Su consagración fue en sí misma calculada para asombrar a las mentes de Israel, y fue seguida por altas sanciones de su oficio, que debió haberlo hecho aún más.
II. Aarón era moralmente un hombre débil. No tenía la comprensión de los principios que le permitiera resistir una fuerte presión. Su debilidad se hizo evidente en la crítica ocasión en que Moisés subió al Sinaí para recibir la ley sagrada. Aaron quedó abajo al mando virtual, en un puesto de responsabilidad para el que, como demostró el evento, no estaba capacitado. Los griegos tenían un proverbio que decía que el liderazgo mostraría lo que realmente es un hombre, y así fue con Aarón. Su debilidad está implícita en la alusión de la Epístola a los Hebreos: "porque él también estaba rodeado de debilidad".
III. Nada es más notable en el relato de la muerte de Aarón que su preparación deliberada para ella. No dejó que la muerte le sobreviniera; fue a recibirlo. Hubo un motivo doble en el acto de Moisés al despojar a Aarón de sus vestiduras. (1) Demostró que el oficio del sumo sacerdocio no dependía de la vida de un solo hombre, y (2) le recordó personalmente a Aarón la verdad solemne de la absoluta soledad del alma en la muerte.
IV. La frase de Moisés, "Aarón fue reunido con su pueblo", parece apuntar a un mundo en el que las generaciones pasadas de hombres todavía viven, un mundo de cuya existencia el pueblo antiguo de Dios estaba bien seguro, aunque sabían mucho menos de él. que nosotros.
HP Liddon, The Family Churchman, 27 de abril de 1887.
Referencias: Números 20:28 . CJ Vaughan, Sunday Magazine, 1873, pág. 169. Números 20:29 . Parker, vol. iii., pág. 267. Números 20 ; Números 21 J.
Monro Gibson, The Mosaic Era, pág. 285. Números 21:4 . JH Evans, Thursday Penny Pulpit, vol. ix., pág. 187; Parker, vol. iii., pág. 276. Números 21:4 ; Números 21:5 .
F. Strutt, Thursday Penny Pulpit, vol. xvi., pág. 161. Números 21:4 ; Números 21:9 . Revista homilética, vol. xiv., pág. 156; Spurgeon, Sermons, vol. xxix., No. 1722. Números 21:5 .
Obispo Woodford, Sermones sobre temas del Antiguo Testamento, pág. 14. Números 21:5 . Parker, vol. iii., pág. 287. Números 21:8 . Spurgeon, Sermons, vol. v., No. 285.