Comentario bíblico del sermón
Proverbios 24:32
I. Cuando el alumno de la escuela de Dios sale a observar a la humanidad, pensará en la manera, las advertencias y las reglas para convertir lo que ve en la cuenta más beneficiosa y en los puntos más instructivos en los que fijar su atención. (1) No permita que su observación sea meramente de la naturaleza de la especulación, no simplemente ver y juzgar lo que son los hombres. (2) Otra advertencia es contra el prejuicio y la arrogancia al observar y juzgar.
(3) Otro está en contra del placer de percibir y determinar lo que está mal en el hombre. (4) Otra gran regla es que nuestras observaciones sobre otros hombres no deben dirigirse o permitirse que vayan al efecto de que estemos más complacidos con nosotros mismos, con esta excepción: que si la gracia divina realmente ha obrado una obra en nosotros, podemos Estaremos encantados con eso como tal.
II. A tales consideraciones generales se podrían agregar una variedad de observaciones más especiales. (1) Piense en la probable diferencia entre nuestros juicios de las personas que miramos y sus propios juicios de sí mismos. (2) Una de las cosas más conspicuas que se notan al mirar a la humanidad es cómo opera y prevalece la tentación. (3) Algo prominente y triste que se verá al mirar a la humanidad serán los grandes errores, las deslices de los hombres buenos.
"El que piensa estar firme, mire que no caiga". (4) Al mirar a los hombres, observe el efecto de la situación y las circunstancias. Mire atentamente cómo se ven afectados los hombres, y ¿quién se atreverá a decir: "No tengo nada que temer en una situación similar"? (5) Felizmente hay cosas más valiosas aquí y allá: virtudes ejemplares, gracias, sabiduría; y es delicioso volverse para instrucción a estos de las muchas cosas que nos instruyen como malvados. Que se observen estos mejores ejemplos, con atención para comprender cómo se forman y un serio esfuerzo de imitación.
J. Foster, Conferencias, segunda serie, pág. 29.
Referencias: Proverbios 24:33 ; Proverbios 24:34 . Spurgeon, Evening by Evening, pág. 331. Proverbios 25:1 . W. Arnot, Leyes del cielo, segunda serie, pág.
296. Proverbios 25:1 . R. Wardlaw, Conferencias sobre Proverbios, vol. iii., pág. 143. Proverbios 25:2 . Spurgeon, Mis notas del sermón: Génesis a Proverbios, pág. 187. Proverbios 25:8 .
R. Wardlaw, Conferencias sobre Proverbios, vol. iii., pág. 152. Proverbios 25:11 . S. Cox, Exposiciones, cuarta serie, pág. 149. Proverbios 25:13 ; Proverbios 25:19 .
W. Arnot, Leyes del cielo, segunda serie, pág. 303. Proverbios 25:14 . R. Wardlaw, Conferencias sobre Proverbios, vol. iii., pág. 163. Proverbios 25:15 . Revista del clérigo, vol. i., pág. 224.