Salmo 16:1
Para que podamos ver la maravillosa bienaventuranza de este poderoso
don de Dios mismo, que Él mismo nos dio, investiguemos una simple
pregunta: ¿En qué consiste la verdadera felicidad?
I. ¿No es sobre todo en lo que, en el sentido más elevado de la
palabra, podemos llamar reposo? Este... [ Seguir leyendo ]
Salmo 16:3
La historia de la humanidad, secular o religiosa, se resuelve en
última instancia en la historia de unos pocos individuos. Dios lleva
a cabo su obra de redención continua mediante la energía de unos
pocos elegidos. En sus corazones derrama el poder de su Espíritu;
sobre sus cabezas pone... [ Seguir leyendo ]
Salmo 16:5
I. El primer pensamiento que surge de las palabras que tenemos ante
nosotros es este: Toda religión verdadera tiene su corazón en elegir
deliberadamente a Dios como nuestro bien supremo. (1) La forma más
elevada de posesión, incluso de las cosas, es cuando ministran a
nuestro pensamiento... [ Seguir leyendo ]
Salmo 16:8
Este texto no es la exclamación de un hombre a quien le ha llegado
una verdad como un relámpago; es el resultado deliberado de una larga
y variada retrospectiva.
I. Dios no estará, en ningún sentido verdadero, ante nuestro rostro
a menos que lo coloquemos allí. Es un asunto que implica... [ Seguir leyendo ]
Salmo 16:9
I.Aunque las Sagradas Escrituras nos enseñan a no pensar en la muerte
temporal sino simplemente como un sueño, mientras más allá de todas
las cosas imprimirían en nuestras mentes un sentido del día del
juicio y lo que le seguirá, sin embargo, lo poco que es nos habló
del estado de nuestr... [ Seguir leyendo ]
Salmo 16:10
I. Este versículo prueba más expresamente la verdad del alma y el
cuerpo humanos de nuestro Salvador; prueba que así como Él tomó
sobre sí mismo, real y verdaderamente, la sustancia de nuestra
naturaleza en el vientre de la Santísima Virgen, y vivió y murió en
todos los aspectos como un... [ Seguir leyendo ]