Salmo 8:3

El texto se utilizará ahora como base de la investigación: ¿Cuál es el efecto moral de estudiar grandes temas? Cuando consideramos los cielos, se aseguran cuatro resultados:

I. Estamos impresionados con la infinita independencia de Dios de la ayuda humana. No podemos tocar una de Sus estrellas; no podemos controlar sus cursos; no podemos aumentar ni disminuir su luz. Entonces, cuando Dios pide nuestra ayuda en algo, lo hace por nuestro bien y nunca para llenar el círculo de su propia capacidad.

II. Vemos que la creación se establece sobre la base del orden. El significado moral de esto es claro. Vea lo que Dios tendría en el universo moral. Dios es el Dios del orden y el orden es paz

III. Vemos la suficiencia infinita de Dios para preservar todos los intereses que le encomendamos. ¿Es nuestra casa más grande que los cielos de Dios, para que no se le pueda confiar?

IV. Vemos la diferencia esencial entre la soberanía física y el control moral. El hombre más débil es más grande que la estrella más magnífica. ¿En qué consiste su superioridad? En todo lo que está implícito en el término "voluntad". Dios busca, con toda la tierna persuasión de su amor, poner esa voluntad en armonía con la suya; cuando eso esté hecho, habrá una gran calma. Una consideración de los cielos (1) ampliará y fortalecerá la mente; (2) mostrar en contraste el poder y la debilidad del hombre; (3) excitar las más altas esperanzas con respecto al destino humano; (4) tranquiliza la impaciencia y el nerviosismo incidentes de una vida incompleta. El estudioso de la naturaleza debe estar en guardia contra dos posibilidades: (1) contra confundir la creación con el Creador; (2) en contra de confundir lo transitorio con lo permanente.

Parker, City Temple, vol. i., pág. 364 (ver también Notas del púlpito, p. 163).

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