UNA LIMPIEZA MARAVILLOSA

Pecados ... tan escarlata ... blancos como la nieve.

Isaías 1:18

Un florista me dijo que las flores por las que tenía más ventas eran las blancas, ya que estaban muy de moda. ¿No hemos tenido un invierno que armoniza con la moda imperante? Durante semanas, los copos de nieve han estado yendo y volviendo.

I. Si quieres darte cuenta de la blancura de la nieve, prueba a pintarla. —Toma unos copos, haz de ellos un estudio de nieve y luego abre tu caja de pinturas. Descubrirá que no tiene pintura lo suficientemente blanca como para representar perfectamente la pureza de la nieve.

II. ¿Por qué es blanca como la nieve? —La nieve está compuesta por una serie de pequeños puntos de hielo, que son transparentes, pero cuando se unen para formar nieve, aunque cada partícula puede ser transparente, la masa es opaca (no transparente) y refleja la luz en lugar de permitirla. para pasar a través. Por ejemplo, un panel de vidrio es transparente como una losa de hielo; pero golpea el vaso y tendrás un polvo blanco que no es transparente. Si toma una de las diminutas partículas de vidrio, encontrará que es transparente, mientras que la pequeña masa junta, como la nieve, no es transparente.

III. La nieve es un emblema del perdón. —El escarlata es uno de los colores del tinte más profundo y se llama color rápido . Le pregunté a un amigo si alguna vez había teñido de blanco un trozo de tela escarlata; como puedes imaginar, se quedó asombrado ante tal pregunta; luego admitió que el tinte escarlata podría extraerse de la tela, pero que en el proceso la tela se destruiría.

Ahora, el pecado está en nuestro corazón y está corrompiendo toda nuestra vida. El pecado se ha convertido en parte de nosotros al igual que un color rápido se ha convertido en parte de un trozo de tela. Mi texto dice que nuestra naturaleza, que ha sido teñida por el pecado, puede volverse perfectamente pura. Dios puede quitar el pecado sin dañarnos. Dios puede cambiar el carmesí del pecado en el blanco más puro. No hay nada más maravilloso en el mundo que la gracia transformadora de Dios.

Si queremos perder el pecado, con el cual estamos teñidos, y ser revestidos de pureza, debemos aceptar por fe el gran sacrificio de la sangre de Cristo y vivir por el Señor Jesucristo.

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