Comentario del púlpito de James Nisbet
Jeremias 19:11
UN BUQUE ROTO
"Vasija de alfarero, que no se puede volver a reparar".
I. Una vasija de barro es un verdadero emblema de la vida humana, tan frágil, tan frágil. —Pero hay algo aún más frágil en nuestros propósitos y esfuerzos en pos de la santidad. Y una vez que nos hayan fallado, nunca podremos volver a ser lo que éramos. Siempre la grieta, los remaches, la marca de la unión.
II. En los días de Gedeón había una luz dentro de los vasos de barro, y cuando estos se rompían, resplandecía. —Hay, por tanto, una rotura de la vasija que es saludable y deseable. Y es de esto que la señorita Taylor canta:
¡Oh, no ser nada, nada!
Solo para recostarte a sus pies,
Una vasija rota y vacía,
Para el uso del Maestro cumplido.
Roto, que tan libre de obstáculos
Su vida a través de mí podría fluir '.
Me recuerda a una pieza de cerámica que vi arder en la montaña, que estaba en el agua y el agua en ella. Si en alguno de nosotros hay una disposición orgullosa y malvada, una voluntad egoísta magistral, que se inquieta por su propio camino y se hace fuerte contra Dios, entonces en verdad podemos pedir estar tan quebrantados como para nunca volver a estar completos. ¡Tómame, rómpeme, hazme! es una oración muy sana para todos nosotros.
III. El apóstol habla del tesoro celestial en el vaso de barro. —¡Qué maravilloso es que Dios haya puesto tanto de Su ungüento espiritual en receptáculos tan comunes y corrientes! Nadie detecta lo que hay en los santos hasta que están quebrantados por la enfermedad, el dolor, la angustia; entonces la casa se llena con el olor del ungüento.
Ilustración
'Pero tú me estás haciendo, te doy las gracias, señor,
Lo que has hecho y haces, bien lo sabes,
Y yo te ayudaré; suavemente en tu fuego
Estaré ardiendo; en tu torno de alfarero
Daré vueltas paciente, aunque mi cerebro debe dar vueltas;
Tu gracia será suficiente para aplacar el dolor,
Y una fuerza creciente perfecta a través de una debilidad espantosa.