EL YUGO DE CRISTO

Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.

Mateo 11:30

Es maravillosamente instructivo cómo, en esta invitación incomparablemente ganadora de Jesús, se combinan el llamado al descanso y el llamado al trabajo. ¡El reposo de la fe y el trabajo de amor!

I. El yugo fácil — El 'yugo' de un cristiano no siempre es necesariamente 'fácil'. Entonces, ¿cómo conciliar la contradicción? Sin lugar a dudas, la explicación no se encuentra en el carácter del "yugo", sino en el estado y la condición del hombre que lo lleva. El secreto no está en la cosa, sino en la persona.

El resultado es un acto de poder divino. Apenas exageraré si lo llamo "un milagro". Es la adecuación del hombre a su posición. El 'yugo' es duro hasta que el amor con él quita la dureza. El que se lo pone camina a su lado. Y el que lleva el yugo escucha la voz de su Maestro, lo escucha todo el camino.

II. La carga liviana — Veamos la gran razón por la que la 'carga de Dios es liviana '. ¡Se quita la 'carga' del pecado! Esa 'carga' pesada, opresiva y aplastante del pecado no perdonado, que se ha ido, ha desaparecido por completo. Y cuando se quita esa 'carga', lo que queda no merece el nombre. ¡No sería exagerado decir que la 'carga' de cada 'carga' es la 'carga' del pecado que está en ella! ¿Cómo puede ser pesada esa 'carga' que llevamos con Cristo ? Cree usted que Él no tomará la mayor parte? ¿ No tomará Él todo tu 'trabajo'? ¿No es Élel portador de la carga y el cuidador, no menos que el portador del pecado de todo su pueblo? No monopolices tus dolores. No arrastres tu cruz. No vacile en el deber. No se olvide de quién lo porta con ustedes, en ustedes, y para usted.

—El reverendo James Vaughan.

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