DIOS LA DEFENSA DE LOS PERSEGUIDOS

'Preserva mi vida'.

Salmo 64:1

I. Este es el grito de angustia, pero no de desesperación. —El salmista está acosado por astutos enemigos que planean y conspiran contra él con maliciosa y persistente determinación. Describe con gran detalle su método. Es el del consejo secreto y la crueldad estudiada. Tienen un objetivo, el de dañar al justo disparándole desde lugares secretos. Se fortalecen al declarar que nadie puede verlos.

Esta es su angustia. La guerra es desigual. Sus enemigos no están al aire libre, sino a cubierto. En el versículo siete tenemos el comienzo de su relato de la razón por la cual su angustia no es desesperación. En contra de su malvada determinación de disparar contra los justos está el hecho de que Dios disparará contra ellos. Esa es la seguridad del alma que confía.

II. En los tiempos del Nuevo Testamento, la verdad se expresa de manera diferente, pero el principio permanece: "Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?" —La aplicación práctica de esto a los justos es que no hay necesidad de que intenten vengarse de sus enemigos. Su único cuidado es confiar en Dios. Tal confianza se traducirá en alegría y la inevitable reivindicación de su fe. Para lograr esto, siempre debemos orar, como lo hace el salmista, no tanto por la liberación de los enemigos como por la liberación del temor de ellos.

Ilustración

'El acto divino, patente para todos, de retribución judicial, se convierte en una bendición para la humanidad. Transmitido de boca en boca se convierte en una advertencia. Para los justos en particular se convierte en una reconfortante y gozosa confirmación de la fe. El justo se regocija en su Dios, quien, juzgando y redimiendo de esta manera, hace de la historia la historia de la redención; con tanta más confianza se esconde en Él; y toda la recta gloria en Dios, que mira en el corazón y reconoce con los hechos a aquellos cuyo corazón es conforme a él. '

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