2 Crónicas 21:20
20 Tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén; y se fue sin ser deseado. Lo sepultaron en la Ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.
Y partió sin ser deseado.
Lo indeseable de la vida de un malvado
I. Una vida así no es deseable por sí misma. Dos hechos lo demostrarán.
1. Sus mayores goces son insatisfactorios y breves. Es imposible que estemos satisfechos en cualquier condición en la que no tengamos una conciencia de lo correcto, un sentido del favor divino, la esperanza de un futuro brillante y la pulsación de los amores santos. Observar--
(1) Qué tontería aspirar a una vida como esta.
(2) Qué tontería envidiar una vida como esta.
2. Que cuanto más se prolongue, mayor será su responsabilidad.
II. Una vida así no es deseable a causa de otros.
1. No hace ningún bien a los demás.
2. Produce daños incalculables. En lo espiritual, como en lo material, lo semejante engendra semejante. "Un pecador destruye mucho bien". ( Homilista .)