Prepara las cosas para quitarlas.

Un drama de exilio

I. La visión en su realización histórica.

II. La visión en sus lecciones prácticas para el presente.

1. La consecuencia del pecado es el exilio moral. Todo mal, no sólo de acto, sino de pensamiento y de deseo, implica en mayor o menor grado un alejamiento de lo santo; es un autoexilio, no tal vez, como en la visión, de un lugar santo, sino de un lugar sagrado. el Dios santo.

2. Este exilio moral es terriblemente triste.

(1) Este exilio es gravoso. El hombre va con el equipaje de un emigrante. Lleva todo lo que puede. Y el que se aparta de Dios y cae en cualquier pecado, va agobiado. Responsabilidad, conciencia acusadora, miedo creciente; éstos, como Caín, cargan las almas culpables.

(2) El exilio se separó de los lazos sociales. ¡Con qué soledad de alma, como si estuviera completamente solo y en la oscuridad, tiene que decir cada hombre: "He pecado"!

(3) El exiliado se fue a la incertidumbre salvaje. Adónde debería apresurarse cuando una vez más allá de las murallas de la ciudad no pudiera decirlo. ¿Y en qué regiones inexploradas de maldad, o qué abismos de remordimiento consecuente puede vagar un pecador, quién puede saberlo?

3. Este exilio moral es sigiloso. No a través de una puerta, sino por un agujero cavado en la pared; no al mediodía, sino por la noche, el exiliado se aleja de la ciudad santa. Así ocurre con los comienzos de todo pecado. Las excusas, los encubrimientos, los artificios del egoísta, del impuro, del mezquino, respiran el espíritu sigiloso del padre de la mentira. El mal elige primero la oscuridad y luego se cega.

4. Este exilio moral es vergonzoso. El exiliado, avergonzado de mirar al suelo, es un verdadero tipo de aquellos que, primero con rubor de vergüenza, y labios blanqueados y voz o mano temblorosa, hacen mal; y que al fin "despertará a la vergüenza y al desprecio eterno". ( Urijah R. Thomas. )

Puede ser que lo consideren. -

La expectativa divina

I. El tema al que se refiere esta expectativa.

1. Los hombres no se consideran criaturas pecadoras.

2. Ni que sean criaturas moribundas.

3. Ni que sean criaturas inmortales.

II. Los medios empleados para hacer realidad la expectativa aquí expresada.

1. La paciencia divina.

2. Las aflictivas dispensaciones de la Divina Providencia.

3. El ministerio del Evangelio. ( JC Gray. )

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