Los pobres de los hombres se regocijarán en el Santo de Israel.

Razones por las que los pobres pueden regocijarse en Dios

Una de las pruebas más contundentes del origen divino del cristianismo es su adaptación universal a la condición y las necesidades de toda la familia de los hombres.

No está diseñado para ser la religión de una secta o una época, sino la religión del mundo entero. La universalidad de su carácter prueba que proviene de Aquel que todo lo sostiene, todo lo conserva, lo alimenta y lo bendice. Proponemos dar razones por las que los pobres bien pueden "regocijarse en el Santo de Israel".

I. PORQUE CRISTO EN SU HUMILIACIÓN CONDESCENDIÓ A SER POBRE Y ASÍ HONRÓ Y SALUDÓ LA CONDICIÓN DE LOS POBRES. ¿Quién de todos los legisladores, moralistas y maestros que han aparecido en el mundo conferió tal honor a la humanidad o mostró tal consideración por los pobres? ¿Quién, después de esto, se atreverá a menospreciar la pobreza honesta? ¿Quién, después de esto, se atreverá a convertir la miseria en crimen? Que los pobres, entonces, "se regocijen en el Santo de Israel". Él puede entrar en tus dolores y sentir tu miseria.

II. PORQUE LAS BENDICIONES DE LA SALVACIÓN DE CRISTO SE PROPORCIONAN Y SE OTORGAN GRATUITAMENTE, Y ASÍ SE ADAPTAN PECULIARMENTE A LA CONDICIÓN DE LOS POBRES.

1. Se ha pagado dinero por la púrpura imperial de Roma, - el imperio de los Césares se ha vendido al mejor postor; pero si la salvación solo se comprara con dinero, o si requiriera recursos en el mismo hombre, la desesperación negra podría apoderarse y petrificar el corazón de todo pobre.

2. ¿ O era la salvación una obra que requería una elaboración costosa y tediosa en el hogar, ya fuera como la construcción de un palacio, o la construcción de una pirámide, o la construcción de obras tan vastas como aquellas por las que se cruza un golfo o atravesar un mar, ¡ay de los pobres! porque entonces sus almas perecerán. Pero regocíjense los pobres entre los hombres, por la salvación que el

El Santo de Israel proporciona y otorga es una salvación "sin dinero y sin precio".

3. Hay otra circunstancia que debería realzar poderosamente estas bendiciones evangélicas en la estimación de los pobres; es decir, la exclusión de muchos privilegios terrenales a los que la pobreza los somete. Es muy cierto que muchos de los placeres de la vida más simples, puros y exquisitos son tan gratuitos para los pobres como para los ricos. Pero en este mundo la pobreza excluye algunos privilegios. Pero, ¡oh! ¡Cómo se regocija mi corazón, como el de un pobre, en la salvación gratuita del Señor Jesucristo! Aquí, en el Evangelio de Jesús, hay una compensación total por todo el desdén y el desprecio arrojados a la pobreza humilde.

III. PORQUE, ADEMÁS DE TODO LO QUE EL MISMO HA HECHO POR ELLOS, SU AUTORIDAD, COMO LEGAL, CONTIENE ESPECIAL ATENCIÓN, CARIDAD Y SIMPATÍA HACIA LOS POBRES.

IV. PORQUE LA CONDICIÓN DE POBREZA ES MÁS FAVORABLE QUE LA DE RIQUEZAS PARA LA RECEPCIÓN DE CRISTO Y PARA LA EXHIBICIÓN DEL PRINCIPIO RELIGIOSO. El lenguaje del Salvador parece justificar plenamente este sentimiento cuando dice: “¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!”, Y nuevamente: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de los cielos.

“La pobreza parece ser el elemento predilecto en el que el principio religioso k produjo y nutrió. Es en la atmósfera de los Pobres donde la luz y el calor de la verdad Divina aman irradiar. ( J. francés. )

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