El ilustrador bíblico
Proverbios 6:16-19
Estas seis cosas aborrece el Señor.
Las siete cosas abominables
Un catálogo de males especialmente odiosos para el Infinito.
I. porte altivo. "Una mirada de orgullo". El orgullo se representa con frecuencia en la Biblia como una ofensa al Dios Santo. La altivez es una abominación, porque implica:
1. Auto-ignorancia.
2. Descortesía.
3. Irreverencia.
II. Falsedad verbal. "Una lengua mentirosa".
1. La falsedad siempre implica un corazón equivocado. Un corazón puro no proporciona ningún motivo para la falsedad. Vanidad, avaricia, ambición, cobardía son los padres y mecenas de la mentira.
2. La falsedad siempre tiene una mala tendencia social. Desilusiona las expectativas, hace temblar la confianza, afloja los cimientos mismos del orden social.
III. Crueldad despiadada. "Manos que derraman sangre inocente". La crueldad implica ...
1. Una absoluta falta de simpatía por las criaturas de Dios.
2. Una total falta de simpatía por la mente de Dios. El que inflige dolor no simpatiza tanto con el universo como con su Hacedor.
IV. Esquemas viciosos. "Un corazón que concibe imaginaciones perversas". Hay corazones tan malos que alguna vez están inventando algo maligno. Ilustre por el hombre antediluviano.
V. Ansiedad traviesa. "Los pies se apresuran a correr hacia la travesura". No sólo hacen daño, sino que lo hacen con entusiasmo, con pronta vigilancia; tienen codicia por ello.
VI. Calumnia social. El calumniador es una de las mayores maldiciones sociales. Le roba a su prójimo su mayor tesoro: su propia reputación y la amorosa confianza de sus amigos.
VII. Lucha inquietante. "Y el que siembra discordia entre hermanos". Aquel que por medio de cuentos, historias malévolas e invenciones malvadas produce las rupturas de la amistad, es aborrecible para ese Dios que desea que sus criaturas vivan en amor y unidad. Este tema sirve para mostrar tres cosas:
1. La atrocidad moral del mundo. Estos siete males abundan en todas partes.
2. La inmaculada pureza de Dios. Odia estas cosas. Por tanto, son ajenos a él.
3. La verdadera misión de los piadosos: esforzarse por librar al mundo de los males que ofenden al cielo. ( D. Thomas, DD )