Sea mi corazón sano en tus estatutos.

Un corazón sano

Un pagano oró por una "mente sana en un cuerpo sano". Un cuerpo sano es, de todas las bendiciones terrenales, la más invaluable. Pero un corazón sano es una bendición mucho mayor. Un corazón sano, como el arpa A Eolian, puede captar la música de la tempestad o, como la abeja, recoger miel de las malas hierbas y las zarzas.

I. Un corazón sano palpita al unísono con las leyes morales del universo. Esas leyes son las leyes de la benevolencia y la verdad.

II. Un corazón sano es un corazón unido. No tiene fisuras, ni rasgaduras, ni distracciones, es un todo.

III. Un corazón sano es un corazón fuerte. No se hunde bajo prueba ni se acobarda bajo peligro. "Oh corazón feliz", dice Quarles, "donde la piedad afecta, donde la humildad sujeta, donde el arrepentimiento corrige, donde la obediencia diseca, donde la perseverancia perfecciona, donde el poder protege, donde la devoción proyecta, donde la caridad conecta". ( Homilista. )

Rectitud de corazón

Algunos siguen la religión simplemente por estar a salvo del castigo, algunos simplemente por su excitación y otros para obtener ganancias; pero el salmista desea tener “razón” solo porque es correcto, y no avergüenza.

I. La oración. "Deja que mi corazón esté sano".

1. Es una oración definitiva. Santidad significa integridad: sana en la fe, en la caridad, en la paciencia.

2. Es una oración personal. "Deja que mi corazón".

II. La ocasión de esta oración.

1. Después de la emoción de la conversión.

2. En tiempos de tentación.

3. Cuando se dedica a un autoexamen.

4. En tiempos de persecución.

5. En tiempos de trabajo y testimonio del Salvador.

6. En aflicción.

III. Una razón de peso para esta oración. "Que no me avergüence".

1. Que no me avergüence de la profesión que he hecho.

2. Que no me avergüence ante los hombres, en el barco, en la tienda, en las urnas; para que viva respetado y muera lamentado.

3. Que no me avergüence ante Dios en su venida, sino que escuche con gozo: “Bien, buen siervo y fiel”, etc. ( D. Brotchie ) .

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