Y vinieron de todos los pueblos a oír la sabiduría de Salomón, de todos los reyes de la tierra, que habían oído de su sabiduría.

Ver. 34. Escuchar la sabiduría de Salomón. ] Quien, aunque era un gran príncipe, desdeñaba no leer conferencias tanto de divinidad como de filosofía, para que sus oyentes fueran παναρετοι, "perfectos, enteramente preparados para toda buena obra". Algunos deducen de Pro 9: 2 que Salomón estableció una escuela o academia en el monte de Sion. Sin embargo, bien podría decirse que allí estaba su palacio, al igual que George, príncipe de Anhalt, Ecclesia, Academia, Curia, una iglesia, una academia y una corte. Esto hizo que muchos acudieran a él y fue un medio para instruir a muchos.

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