Porque los que estamos en este tabernáculo gemimos, agobiados; no porque quisiéramos estar desnudos, sino revestidos, para que la mortalidad sea absorbida por la vida.

Ver. 4. Gime, siendo agobiado ] a saber. Con el pecado y la miseria, de los cuales tenemos aquí nuestras espaldas. Y seguramente fue una gran vergüenza (como dijo el mártir, el señor Bradford) que todas las criaturas de Dios desearan, sí, gemir en su especie por nuestra libertad, y que nosotros mismos la aborreciéramos, como sin duda lo hacemos, si por la cruz, sí, por la muerte misma, no nos tragamos con gozo todo el dolor que nos deje de seguir el llamado del Señor y obedecer la providencia del Señor, etc.

Podría ser tragado por la vida ] No como un abismo o un fuego se traga lo que se arroja en él, sino como la perfección se traga la imperfección, como el perfeccionamiento de una imagen se traga el rudo borrador, como la perfecta habilidad se traga la chapuza o la virilidad niñez, no extinguiéndola, sino ahogándola para que no se vea. (Dr. Preston.)

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