Porque si le he glorificado en algo de ti, no me avergüenzo; pero así como les dijimos todas las cosas en verdad, así también nuestra jactancia, que hice ante Tito, es verdadera.

Ver. 14. No me avergüenzo ] Como debería haber estado si se hubiera demostrado lo contrario. Mentir es un pecado vergonzoso y, por tanto, el mentiroso niega su propia mentira, porque se avergüenza de ser engañado por ella; y nuestros rufianes lo vengan de una puñalada.

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